Un apunte sobre el 15M

Protestas en la Puerta del Sol de Madrid en mayo de 2011 (Carlos Delgado) Protestas en la Puerta del Sol de Madrid en mayo de 2011. Carlos Delgado

Vine a vivir a Madrid un par de años después, cuando ya eran noticia solo los aniversarios. Pasé casi todo el 2011 viajando por la península, me saqué un postgraduado en la A-92 y la Vía de la Plata, en vuelos low-cost y hostales baratos. Leí aquel ¡Indignaos! de Stéphane Hessel que de alguna manera contribuyó a avivar la llama de los movimientos de ocupación. Las ciudades iban cambiando a base de tropiezos. Había comercios que cerraban y algunos de ellos se reconvertían en otras cosas: hubo un leve auge de las tiendas de reparaciones, las costureras se asentaban en pequeños locales comerciales, aparecían hábiles expertos en manualidades y los manitas proliferaban. Pareció como si el gasto descontrolado fuera a dar paso a una forma de consumo en la que parecía ganar valor la creatividad para gastar menos o reutilizar lo viejo. A lo que antes era desperdicio ahora se le podía encontrar una nueva vida.

Las acampadas que comenzaron el 15 de mayo en Madrid abrieron uno de esos momentos históricos para la esperanza, lo que hasta entonces, en España, siempre se llamaron “oportunidades perdidas”: se planteaban preguntas acerca de la calidad de la democracia o se reivindicaba una solidez legislativa que garantizara los derechos básicos, se buscaban alternativas a una ley electoral que no se consideraba justa, se cuestionaba la alternancia bipartidista como un mecanismo válido de representación —y así se originó la posterior fragmentación parlamentaria—. Aquel año el paro se disparó más allá del 20% para mantenerse por encima de ese umbral durante años. Se ejecutaron decenas de miles de desahucios. No había habido una crisis económica mayor en la democracia. La banca, sin embargo, seguía ingresando miles de millones.

Esta mañana he salido del metro por la parada de Tirso de Molina y he caminado hacia Sol. Junto a la ballena varada de la estación se agrupaban algunas personas en memoria del 15M. Más tarde, cuando ya me había ido, ha llegado la marcha en protesta por el genocidio palestino. Quienes sí estaban allí a esa hora temprana, frente a la estatua ecuestre de Carlos III, era un grupo pequeño pero constante que se manifestaba por la libertad del Sahara. La palabra libertad, tan maltratada en los últimos tiempos, reencuentra su significado en ciertas reivindicaciones, en acciones concretas.

Quizás al 15M, tantos años después de su desaparición mediática, le sucede algo parecido: encuentra su verdadero significado en los movimientos que permanecieron más allá de las acampadas. Había más política de hechos concretos en aquella plaza que en la propaganda que hemos padecido especialmente desde hace un par de años. Las comisiones y los grupos de trabajo, se reconfiguraron para trabajar en los barrios, llenando los huecos a donde la política no sabe —o no quiere— llegar, adaptándose a cada circunstancia. Diez años después vivo en Madrid una crisis cuyo alcance aún no podemos medir. Cuando se decretó el estado de alarma en marzo de 2020, en mi barrio, un grupo vecinal, Somos Tribu, se hizo cargo de intentar paliar las necesidades de los que quedaron desprotegidos. Durante este tiempo han estado trabajando, como engranajes diminutos pero bien ajustados, junto con otras asociaciones de diferentes naturalezas, como las AMPA de algunos colegios. A principios de este año, con Madrid sepultada bajo la tormenta de nieve Filomena, los vecinos se organizaron para despejar las calles mucho antes de que reaccionara el Ayuntamiento.

Hay un sustento de hechos en el espíritu del 15M. Veía esta mañana al grupo reunido en Sol diez años después y había en ellos una extraña forma de nostalgia esperanzada, de pálpito que no cesa: nostalgia de la acampada, quizás, de aquellas semanas intensas, pero no del empuje legislativo y social que sigue teniendo diez años después aquel movimiento, la esperanza del camino que se sigue recorriendo con pasos pequeños y constantes.

G.G.Q.
Madrid, 15 de mayo de 2021